
ajajaj copadisima la foto, nose q bate pero ta buena :P
Tengo una historia muuuy triste para contarles, de mi regreso de inglés a mi hogar...
"Estaba yo en la esquina de Obispo Gilabert y San Jerónimo - yo ya había salido de Advice Prep School - y me dirigía hacia la casa de Micaela Pascual: tenía que pagarle por unos asuntos de nuestro próximo viaje a Italia. Llego a la puerta de su residencia y toco el timbre. Luego de unos cuantos segundos sin respuesta, vuelvo a tocar el timbre. Al ver que nadie aparecía - incluso cuando las luces estaban encendidas - me dirijo al negocio de la esquina a comprar una tarjeta para mi celular y hablarle al suyo. Luego de comprar la tarjeta de $20, llamo al *151 y cuando estoy por cargar la comunicación se corta y aparece un error. Intento llamar de nuevo, pero simplemente no me conecta; luego de varios intentos fallidos y maldiciendo mi suerte, decido sacar y volver a poner el Chip (me pareció leer algo de Tarjeta SIM en el error). Esperanzado, vuelvo a la casa de Micaela e intento de nuevo. Esta vez si abrió, y se excusó diciendo que acababa de llegar. Pasé, saqué el chip, lo volví a poner, y todo funcionó correctamente. Cargué la tarjeta, le pagué a Micaela, y me despedí rápidamente (tenía que retornar a mi hogar). Llego a la parada, ignoro a una mujer que vendía tortas fritas, y de reojo me parece ver a dos adolescentes (ambos, varones) tomados de la mano. Supuse que era una simple impresión y seguí maldiciendo al colectivo que acababa de pasar y no había parado porque había mucha gente (era la segunda vez que me pasaba en el día). Esperé unos 10 minutos más, y al fin otro colectivo se dignó a venir. Tal fue la sorpresa cuando veo que vienen corriendo detrás mío los jóvenes antes mencionados: venían corriendo muy "alegremente" y gritando con tonos bastante agudos para un hombre. Teniéndolos pegados a mi (había muchas personas en la cola del colectivo y nosotros eramos los últimos tres), sentí un poco de rechazo... y confirmé mis sospechas cuando uno de ellos gritó "Aiii dale que me caaaaigo", con un matiz de voz muy afeminado. Los adolescentes - de no más de 18 años - tenían piercings y aros en sus caras, y no parecían para nada homosexuales "a simple vista"; por eso, cuando subí me alejé lo más posible, pero no pude evitar escuchar a uno de ellos diciendo "Que placeeer" unos momentos más tarde. Afortunadamente, mi viaje fue corto y pude bajarme del colectivo rápidamente..."
Que nunca te pase bolo. xD encima antes vi a un vago q tenia mi misma mochila exactamente ¬¬ puto
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